Algunos aspectos de la superación

por Michelle Algarra

En nuestro caminar cristiano, la etapa inicial de conversión implica la exégesis de los textos bíblicos, o descubrir lo que significaron originalmente esos textos. Pero el principal determinante del verdadero cristianismo es la hermenéutica, o la aplicación de esos textos a nuestras vidas hoy.

No es suficiente estar versado en la doctrina de la iglesia en su formato intelectual. Somos llamados a la iglesia no para convertirnos en teólogos sino para aprender a ejercitar los principios cristianos junto con el conocimiento fundamental de las Escrituras.

La conducta cristiana se enmarca en dos amplias categorías: el amor a Dios y el amor al prójimo. Aunque es difícil, los cristianos en la iglesia de Dios deben vencer la vanidad espiritual y la superioridad intelectual en el conocimiento de las Escrituras en comparación con los cristianos profesantes.

La Biblia nos enseña a crecer tanto en gracia como en conocimiento. A medida que obtengamos una comprensión más profunda de las Escrituras a través del estudio continuo de la Biblia, deberíamos crecer en profundidad en la percepción o comprensión espiritual.

La mayor crisis que enfrentan los cristianos es el asunto de la conciencia. Los pensamientos, palabras y acciones deben ser dictados por parámetros espirituales en lugar de sentimientos y emociones. El desarrollo del dominio propio es importante para dominar la faceta maligna de la naturaleza humana y la utilización del poder del Espíritu Santo para producir frutos espirituales y para que las buenas cualidades y rasgos de uno dominen el comportamiento de uno.

El desarrollo del dominio propio es imperativo para aprender a ser más como Jesucristo en nuestra conducta y comportamiento, y cada vez menos como el adversario. Requiere esfuerzo de superación y las herramientas de la oración, el estudio de la Biblia y la meditación para lograr la meta.




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